Mejor Ágil que Perfecto!
Cambiar la cultura de las organizaciones es, sin duda, el más difícil de los retos. Es transformación con mayúsculas. ¿Quién decía que la cultura se merienda a la estrategia? Peter Drucker, cierto. Es un drama para los responsables del timón estratégico de las compañías poder transformar la cultura de la empresa, no ya con agilidad… simplemente transformarla. La cultura «oficial» y la «otra cultura», la no oficial basada en las costumbre, los hábitos, las creencias y las conductas condicionadas, son el gran «pain» por las enormes resistencias que es necesario superar y, de tener éxito, no sucede de la noche a la mañana y hoy la agilidad es crítica.
La cultura de una organización es colectiva. No reside completamente en nadie pero se muestra en sus integrantes, con mayor o menor intensidad. Influye en los procesos de selección de personas, en los modelos relacionales, en las promociones, en las valoraciones de empleados y managers, forma parte de los procesos de análisis y valoración individuales o colectivos…
En la revista «online» Lean Manufacturing Hoy hay un articulo, breve pero intenso, sobre los cambios culturales que está promoviendo la centenaria GE. «Los altos ejecutivos de la compañía han reformulado los cinco valores centrales de GE, cambiando los conceptos de “experiencia” y “pensamiento claro” por máximas tecnológicas como “simpleza para ir rápido” y “aprender y adaptarse”. ¿Inspirador, verdad? El reto de GE, reconocido y verbalizado, merece un final feliz.